Mama Antula …“Quisiera andar hasta donde Dios no fuese conocido”
La Venerable María Antonia de Paz y Figueroa, conocida por el pueblo como “Mama Antula” nació en 1730 en Santiago del Estero, Argentina. A los 15 años decide consagrarse a Dios y toma el nombre de Maria Antonia de San José
Guiadas por un sacerdote jesuita, el Padre Gaspar Juárez, se dedicaban a ayudar a los sacerdotes, instruir a los niños. En 1767 Carlos III decide expulsar a los Jesuitas de América. María Antonia cuenta con 37 años cuando sucede esto, y adquiere los Ejercicios Espirituales de San Ignacio.
Luego del éxito y buenos frutos de estos retiros, decide ir a Buenos Aires. Una de sus frases que guian sus pasos era “La paciencia es buena pero más la perseverancia“, y lo aplica en su máxima expresión.
Ella escribe: “Veo que la Divina Providencia me socorre indefectiblemente para su continuación y que cada día más experimenta el público el fruto de ellos. En cuatro años de ejercicios se han acercado más de 15.000 personas.”
El 7 de marzo de 1799 muere a los 69 años. Sus restos descansan en la Basílica de Nuestra Señora de la Piedad en la calle Bartolomé Mitre 1524, Capital Federal, Argentina.
El milagro que permitió que Mama Antula fuera proclamada beata
Le adjudican la curación de una religiosa ( año 1904 ), María Rosa Vanina, religiosa de la congregación Hijas del Divino Salvador, a quien los médicos le habían pronosticado una muerte segura, luego de que otras las monjas le rezaran a su fundadora por su recuperación, fue el «milagro» que se le atribuyó a Mama Antula para ser proclama hoy beata en Santiago del Estero.
Ha sido Maria Antonia quien introdujo en la Argentina la devoción a “San Cayetano”, muy arraigada en nuestro pueblo.